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7/3/13

Recomendaciones para prevenir los riesgos derivados de las posturas forzadas


Las posturas en el trabajo que representan un riesgo para la salud, son aquellas en las que los elementos corporales, en especial, la columna vertebral, las extremidades superiores y la cabeza forman ángulos articulares extremos (flexiones o giros) sin apoyo; se efectúan manejando cargas; se mantienen durante un tiempo considerable; se adoptan de forma repetida.

Los riesgos derivados de la adopción de posturas forzadas son trastornos músculo esqueléticos como lesiones inflamatorias o degenerativas de músculos, tendones, articulaciones, ligamentos, nervios, etc. Su manifestación clínica más habitual es el dolor unido a la inflamación, con pérdida de la fuerza y disminución de la capacidad funcional de la zona anatómica afectada.

Para una adecuada prevención de los riesgos derivados de las posturas forzadas, el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región de Murcia nos danuna serie de recomendaciones:

Identificar y evaluar los factores de riesgo músculoesquelético de los puestos de trabajo.

Diseñar el puesto de trabajo, situando el plano de trabajo a la altura y con los alcances adecuados en función del trabajo a realizar y de la persona que lo realiza.

Disponer de mobiliario, equipos de trabajo y maquinaria ergonómicos y adecuados a las personas que los utilizan.

Evitar posturas extremas, en especial la flexión, hiperextensión y torsión del tronco y la posición de los brazos por encima de la altura del corazón u hombros.

Evitar esfuerzos prolongados y repetidos, y la aplicación de una fuerza excesiva, sobre todo en movimientos de flexoextensión y rotación.

Evitar mantener una misma postura durante un tiempo superior a cuatro segundos.
Reducir la intensidad y carga de trabajo, así como los sistemas de incentivos por productividad.

Alternar las posturas de pie-sentado siempre que sea posible.

Intercalar pausas y descansos, acompañando éstos de ejercicios de estiramientos opuestos al movimiento ejecutado o la postura mantenida para permitir la relajación de los grupos musculares implicados.

Posibilitar la rotación de tareas para conseguir que se utilicen diferentes grupos musculares y, al mismo tiempo, disminuir la monotonía en el trabajo.

Evitar el manejo de herramientas pesadas, vibrátiles.

Evitar que el uso de equipos de protección individual pueda incrementar el riesgo de TME.

Información y formación sobre las alteraciones músculo esqueléticas derivadas de una mala postura.

Vigilancia de la salud adecuada y periódica.