Las
posturas en el trabajo que representan un riesgo para la salud, son aquellas en
las que los elementos corporales, en especial, la columna vertebral, las extremidades
superiores y la cabeza forman
ángulos articulares extremos (flexiones o giros) sin apoyo; se efectúan
manejando cargas; se mantienen durante un tiempo considerable; se adoptan de
forma repetida.
Los
riesgos derivados de la adopción de posturas forzadas son trastornos músculo
esqueléticos como lesiones inflamatorias o degenerativas de músculos, tendones,
articulaciones, ligamentos, nervios, etc. Su manifestación clínica más habitual
es el dolor unido a la inflamación, con pérdida de la fuerza y disminución de la capacidad funcional de la
zona anatómica afectada.
Para
una adecuada prevención de los riesgos derivados de las posturas forzadas, el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de la Región de Murcia nos danuna serie de recomendaciones:
Identificar
y evaluar los factores de riesgo músculoesquelético de los puestos de
trabajo.
Diseñar el puesto de trabajo, situando el plano de trabajo a la altura y con los
alcances adecuados en función del trabajo a realizar y de la persona que lo
realiza.
Disponer
de mobiliario, equipos de trabajo y maquinaria ergonómicos y adecuados a las personas que los utilizan.
Evitar posturas extremas, en especial la flexión, hiperextensión y torsión del
tronco y la posición de los brazos por encima de la altura del corazón u
hombros.
Evitar esfuerzos prolongados y repetidos, y la aplicación de una fuerza
excesiva, sobre todo en movimientos de flexoextensión y rotación.
Evitar mantener una misma postura durante un tiempo superior a cuatro segundos.
Reducir la intensidad y carga de trabajo, así como los sistemas de
incentivos por productividad.
Alternar las posturas de pie-sentado siempre que sea posible.
Intercalar pausas y descansos, acompañando éstos de ejercicios de estiramientos
opuestos al movimiento ejecutado o la postura mantenida para permitir la
relajación de los grupos musculares implicados.
Posibilitar
la rotación de tareas para conseguir que se utilicen diferentes grupos musculares y, al mismo
tiempo, disminuir la monotonía en el trabajo.
Evitar
el manejo de herramientas pesadas, vibrátiles.
Evitar que el uso de equipos de protección individual pueda
incrementar el riesgo de TME.
Información y formación sobre las alteraciones músculo esqueléticas derivadas
de una mala postura.
Vigilancia de la salud adecuada y periódica.