El pasado día 29 de junio de 2013 se publicó en el Diario
Oficial de la Unión Europea, la Directiva 2013/35/UE, del
Parlamento Europeo y del Consejo sobre la exposición de los trabajadores a los
riesgos derivados de agentes físicos (campos electromagnéticos).
Esta nueva directiva aborda todos los efectos biofísicos
directos conocidos y los efectos indirectos provocados por los campos
electromagnéticos.
Los Estados miembros deberán poner en vigor las
disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de la Directiva, a más tardar
el 1 de julio de 2016.
Esta Directiva deroga la anterior 2004/40/CE, que no había
llegado a entrar en vigor, ya que las partes interesadas, en particular el colectivo
médico, se mostraron preocupadas en cuanto a la posible incidencia de la
aplicación de dicha Directiva en la utilización de procedimientos médicos
basados en imágenes médicas.
Además, la Directiva 2004/40/CE no abordaba los efectos a
largo plazo, entre ellos los posibles efectos cancerígenos derivados de la
exposición a campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos variables en el
tiempo, en relación con los cuales no existían datos científicos concluyentes
que establecieran un nexo causal.
Como consecuencia de ello, la Comisión decidió replantearse algunas
disposiciones de la Directiva de 2004, basándose en nuevos datos científicos de
los expertos y resolvió derogarla. A pesar de que la nueva Directiva tampoco
aborda los posibles efectos a largo plazo de la exposición a campos electromagnéticos, ya que actualmente siguen
sin haber datos científicos comprobados que establezcan un nexo causal, si apareciesen
estos datos, la Comisión, según establece la Directiva, debería estudiar los
medios más adecuados para abordarlos y mantener al Parlamento Europeo y al
Consejo informados al respecto.
Con objeto de facilitar la aplicación de esta nueva
Directiva, la Comisión proporcionará guías prácticas no vinculantes a más tardar
seis meses antes del 1 de julio de 2016.
Fuente: Erga noticias