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7/1/15

Socorrismo laboral

Por socorrismo laboral se entiende un concepto global, en el que se incluirían todas las actuaciones sobre primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores.


A la hora de organizar el socorrismo en la empresa, los principales puntos a considerar son:

1.- Designación del personal encargado de poner en práctica las medidas en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores. 

Como orientación, para determinar el número de socorristas habrá que tener en cuenta algunos factores como la estructura de la empresa, el número de trabajadores y cómo se organizan sus puestos de trabajo, el tipo de actividad que se realiza en la empresa, si existen diferentes turnos, la distancia en tiempo real de los servicios médicos externos, etc.

No obstante, en la empresa se debería disponer siempre y en todo momento de una persona encargada de la actuación en situaciones de emergencia (previsión de posibles ausencias, vacaciones, etc. de las personas encargadas).

Para situaciones de riesgo bajo como puede ser, por ejemplo, el trabajo en oficinas, se podría disponer, como mínimo, de un socorrista por cada 50 trabajadores por turno. Sin embargo, en situaciones de mayor peligrosidad, como en el trabajo con maquinaria peligrosa, podría considerarse la designación de dos socorristas por grupo de trabajo.

2.- Comprobación periódica del correcto funcionamiento de las medidas

3.- Organización de las relaciones que sean necesarias con servicios externos para garantizar la rapidez y eficacia de las actuaciones. 

4.- Formación adecuada del personal y en número suficiente, así como disponer de material adecuado, todo ello en función de los riesgos de cada empresa.

El objetivo de la formación busca, no sólo la adquisición de los conocimientos básicos, sino también de unas habilidades y actitudes imprescindibles para reconocer una situación de urgencia o emergencia y dar el soporte inicial adecuado hasta la llegada del equipo profesional.

Por lo tanto el personal debe estar debidamente formado, informado y entrenado para poder atender al accidentado de forma rápida y eficaz en caso de accidente y saber activar correctamente y en el menor tiempo posible el Sistema de Emergencia. El socorrista tendrá formación básica, complementaria y específica.
  • Básica: formación para atender todas aquellas situaciones de emergencia donde corre peligro la vida de la persona como parada cardiorrespiratoria (P.C.R.) en las que no se pueda esperar a la llegada del equipo profesional.
  • Complementaria: conocimientos que le permitirán atender situaciones de urgencia médica tales como hemorragias, fracturas o heridas tratando de no agravarlas y mantenerlas en las mejores condiciones posibles hasta la llegada del equipo profesional.
  • Específica: formación que le permitirá atender situaciones, según los riesgos específicos de su empresa

Consejos generales del socorrismo

Existen unas consideraciones que se deben tener siempre en cuenta, ante una situación de emergencia, y a la hora de socorrer a un accidentado, ya que permitirán evitar errores en la atención del mismo, que podrían agravar las lesiones existentes, e incluso poner en peligro su vida.
  • Conservar la calma.
  • Evitar aglomeraciones.
  • Dominar la situación.
  • No mover al accidentado (a menos que sea necesario) hasta que no se haya hecho una valoración primaria de éste.
  • Examinarlo para determinar aquellas situaciones que pongan en peligro su vida. Tranquilizar al accidentado.
  • Mantenerlo caliente.
  • Activar urgentemente el sistema de emergencia.
  • Trasladarlo de forma adecuada y en el vehículo apropiado (ambulancia).
  • No dar nunca medicación.