Un ambiente térmico inadecuado en los puestos de trabajo
puede originar diversos problemas en las personas que los ocupan, desde incomodidades
como pueden ser la transpiración a raíz de temperaturas demasiado altas o los
temblores por exposición a temperaturas demasiado bajas hasta alteraciones de
la salud.
La temperatura interna o central, es decir, la de los
tejidos profundos del organismo, es el promedio ponderado de las diferentes
temperaturas de las partes y órganos del cuerpo. Estas temperaturas toman
diferentes valores según la actividad; la parte del cuerpo y la hora, oscilando
con ritmo circadiano, y manteniéndose dentro de 36,6º C aproximadamente, salvo
enfermedad febril; incluso si el individuo queda expuesto a temperaturas de
bulbo seco tan bajas como 12 ºC, o tan altas como 60 ºC.
Los cambios repentinos de temperatura provocan el aumento de
la frecuencia cardiaca, contracción o dilatación de los vasos sanguíneos,
disminución de la tensión muscular, incremento del ritmo respiratorio, reacción
sudorífica y aumento de la temperatura corporal. Esto es consecuencia de la
acción del mecanismo termorregulador del organismo humano, que se pone en
tensión y demanda un equilibrio.
Se llega fácilmente a la conclusión de que constituye una
condición indispensable, para la salud y para la vida, mantener la temperatura
interna dentro de los estrechos límites vitales de la sutil diferencia de 4 ó 5
ºC.
Teniendo presente esta conclusión y para evitar la aparición
de estas incomodidades o alteraciones de la salud, desde la UGT Aragón han
elaborado la guía Confort laboral y estrés térmico en los lugares detrabajo que ha pretendido tener un
alcance general (trabajadores, delegados de prevención, delegados de
personal, miembros de comités de empresa,...) y accesible, al objeto de
facilitar su difusión y que esta información pueda llegar al mayor número de
trabajadores que puedan ejercer y exigir sus derechos laborales.