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28/10/14

Enfermedad por el virus del Ebola: Seguridad y Salud en el Trabajo



La Enfermedad del virus del Ebola  (EVE) es una enfermedad grave en los humanos, pudiendo llegar a ser mortal si no es atendida y tratada adecuadamente. La aparición súbita de fiebre, debilidad intensa, jaqueca, dolores musculares y de garganta son signos y síntomas típicos. Estos son seguidos por vómito, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. El período de incubación oscila entre 2 y 21 días. Los pacientes son contagiosos desde el momento en que comienzan a manifestar síntomas; no durante el período de incubación. La infección por el virus del Ebola sólo puede ser confirmada mediante pruebas de laboratorio.


Cómo se transmite


El virus es transmitido al ser humano por animales salvajes, muertos o vivos, y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona.
Las personas se contagian por contacto directo (a través de la piel lesionada o de las mucosas como los labios, las fosas nasales, la boca, los ojos o los genitales) con la sangre, las secreciones u otros líquidos corporales de personas infectadas, de personas que fallecieron por la enfermedad o de animales infectados. La infección también puede producirse por el contacto indirecto de la piel lesionada o las mucosas con materiales u objetos contaminados (por ejemplo guantes, mascarilla, gafas usados, u otros residuos médicos, prendas de vestir o ropa de cama sucias, agujas e instrumental médico usados) por la sangre, las secreciones u otros líquidos corporales de personas o cadáveres infectados. Los hombres pueden seguir transmitiendo el virus a su pareja a través del semen hasta siete semanas después de la recuperación clínica.
La enfermedad se puede transmitir durante los funerales y las ceremonias de entierro que implican un contacto directo con el cuerpo y líquidos corporales de una persona que ha fallecido por EVE.
La transmisión de animales al ser humano a través del contacto con animales infectados por el virus del Ebola es importante al comienzo del brote epidémico. Puede ocurrir durante la cacería, el comercio de la carne de animales salvajes, o durante actividades relacionadas con la fauna salvaje o el trabajo forestal.
El riesgo de que una persona en viaje de negocios se infecte con el virus del Ébola durante una visita a las zonas afectadas y contraiga la enfermedad a su regreso es muy bajo. La transmisión requiere contacto directo con la sangre, las secreciones u otros líquidos corporales de personas o animales infectados, vivos o muertos; lo cual es muy improbable en el caso de un viajero típico.

Riesgos profesionales para la salud y la seguridad

El personal sanitario está expuesto al riesgo de infección cuando al tratar a pacientes con la EVE no utiliza el equipo de protección personal (EPP) adecuado y no aplica estrictamente las medidas recomendadas para prevenir la infección.
Los trabajadores dedicados a la atención médica y la respuesta a la epidemia de la EVE están expuestos a otros riesgos como estrés psicológico, estigma, violencia, largas jornadas laborales, calor y deshidratación debido al uso de un EPP pesado, y problemas ergonómicos causados por la manipulación de los cuerpos y de pesos. Esto requiere de medidas específicas para ofrecer apoyo psicosocial, seguridad y organización del trabajo.
Las personas que presentan síntomas de la EVE deben recibir tratamiento en un hospital o centro terapéutico que disponga de personal médico y de enfermería cualificado y que esté equipado para este fin. La atención en otras estructuras o a domicilio representa un riesgo elevado de infección por el virus del Ebola para los miembros de la familia, las personas que dispensan cuidados a domicilio, los curanderos tradicionales, y las parteras que tienen contacto con la persona enferma o con su ambiente.

Prevenir la EVE en el lugar de trabajo

El personal sanitario de todos los niveles del sistema sanitario – hospitales, clínicas, laboratorios, dispensarios, lavanderías, transporte – debería recibir información sobre la naturaleza de la enfermedad y su transmisión, y observar rigurosamente las precauciones recomendadas para controlar la infección.
Todo el personal que tiene contacto con casos presuntos o confirmados de EVE o con materiales o muestras contaminadas debe usar un EPP especial para el trabajo con sustancias biológicas potencialmente peligrosas, y aplicar las medidas de higiene en conformidad con las recomendaciones de la OMS.
Dado que otras enfermedades infecciosas pueden presentar síntomas similares a la EVE, es importante adoptar las medidas de precaución generales en todos los centros sanitarios, como la prevención de pinchazos con agujas y lesiones con otros instrumentos cortopunzantes, la seguridad de las flebotomías, la higiene de las manos, el uso racional del EPP, la limpieza periódica y rigurosa del entorno de los enfermos, la descontaminación de las superficies y del equipo, y el tratamiento de la ropa de cama sucia y de los desechos médicos.
Todos los trabajadores con síntomas de EVE deben buscar inmediatamente atención médica. La OMS desaconseja a las familias y a las comunidades que atiendan en el domicilio a personas que puedan presentar síntomas de EVE.
En las zonas donde se ha detectado el virus del Ebola en animales, los trabajadores que manipulan animales deben utilizar guantes, ropa y otro EPP.
Las personas en viaje de negocios de regreso de las zonas afectadas que no aplicaron las medidas necesarias para prevenir la infección deben estar alerta si presentan síntomas (como fiebre, debilidad, dolores musculares, jaqueca, dolor de garganta, vómito, diarrea, erupciones cutáneas o hemorragias) durante los 21 días después de su regreso. Si existe la sospecha de haber estado expuesto al virus del Ebola (por ejemplo, los voluntarios que trabajaron en centros sanitarios), deberán solicitar rápidamente atención médica y notificar su viaje reciente a una zona afectada.