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18/2/15

Se necesita una mayor información sobre el cáncer laboral


Actualmente el cáncer es la enfermedad que más contribuye a la mortalidad y a la disminución de la esperanza de vida del conjunto de la población. El cáncer se ha convertido en la plaga de nuestros días. En España en el año 2008 casi 200.000 personas fueron diagnosticadas de cáncer y murieron algo más de 100.000 personas y se espera que estas cifras continúen en ascenso. Más de un millón y medio de personas padecen cáncer en este momento en España. La OIT estima que anualmente se producen 100.000 muertes en todo el mundo solo por exposición al amianto.

Una parte de estos cánceres tienen su origen en exposiciones laborales, aunque esto no aparezca recogido en las estadísticas oficiales de enfermedades profesionales, que reconocen únicamente unos cuantos casos al año. Sin embargo, las estimaciones más recientes y fiables indican que al menos una de cada diez muertes por cáncer tiene un origen laboral, lo cuál se traduce en unas 10.000 muertes por cáncer laboral cada año en España.

Según el Sistema de información de exposición ocupacional a cancerígenos (Carex 2004) el 25% de la población laboral española ha estado expuesta en los últimos años a agentes cancerígenos, una cifra que se habrá reducido al 19% después de aprobada la ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo.

Ante la tremenda repercusión de esta enfermedad en el entorno laboral, el sindicato Comisiones Obreras puso en marcha la campaña “Cáncer cero en el trabajo” con los objetivos de eliminar o reducir el uso de agentes cancerígenos en los lugares de trabajo y conseguir acuerdos a nivel de empresa y sector para la eliminación de cancerígenos en los procesos productivos.

La pasada semana este sindicato presentaba los resultados de un estudio que han realizado en los dos últimos años sobre medio centenar de empresas y en el que se ha constatado que en una de cada tres se utilizan productos cancerígenos, sin que ni los trabajadores ni las propias empresas sean conscientes de ello, ni de los riegos que entrañan, ni dispongan en la mayoría de los casos de medidas preventivas básicas.

En los últimos años se ha avanzado mucho en investigación del cáncer, pero según Comisiones Obreras no se ha hecho lo suficiente en relación con la concienciación de los riesgos del cáncer profesional. 

De esta manera en el 33% de las empresas estudiadas se han encontrado presencia de sustancias cancerígenas en algún producto utilizado, –sobre todo tricloroetileno, formaldehído e hidrocarburos derivados del petróleo, siendo las empresas dedicadas a la fabricación de productos metálicos, plásticos, materiales compuestos, construcción y madera las que se ven especialmente afectadas.

En una amplia mayoría de casos (67,7%), los delegados de prevención no conocían la existencia de productos cancerígenos en su empresa. El 81% de los trabajadores no había recibido formación ninguna. En la mayoría de los casos, no disponen de ropa de protección ni de lugares separados para guardar la ropa. En ningún caso los trabajadores expuestos disponen de 10 minutos antes de comer y antes de marcharse para el aseo personal. Y las empresas no se encargan del lavado y descontaminación de la ropa de trabajo.

Por otra parte, las condiciones de trabajo que soportan los trabajadores expuestos a cancerígenos son, en general, peores según disminuye el tamaño de la empresa. En las empresas grandes se cuidan más las condiciones de utilización y de eliminación de riesgos en el origen.

Por todo ello desde Comisiones Obreras señalan que es crucial mejorar la sensibilización, la concienciación y el conocimiento de estos riesgos. Es imprescindible adelantarse al daño. Es imprescindible que los trabajadores conozcan los riesgos a los que están expuestos para poder evitarlos.

Es además imprescindible fomentar el denominado “diagnóstico de sospecha”, de forma que los médicos del servicio público de Salud deriven a las Mutuas a los enfermos de cánceres con origen laboral, para que sean tratados como enfermedades profesionales.