La tecnología nos permite poner en marcha
diferentes tareas a la vez lo que ocasiona estrés directo, y a su vez afecta a
nuestra productividad. Así los estudios han demostrado que hacer varias cosas a
la vez en paralelo hace disminuir nuestro rendimiento y afecta negativamente
a la calidad de nuestro trabajo. Al realizar múltiples actividades, se da una
batalla entre el hipocampo -encargado de guardar y permitir recordar
información- y el telencéfalo, específicamente el cuerpo estriado, responsable
de las tareas repetitivas. El resultado es que realizar variadas tareas baja la
capacidad para recordar las cosas que se acaban de hacer, o se procesa mal.
El último número de la revista Gestión
Práctica de Riesgos Laborales nos ofrece una serie de consejos para prevenir el
estrés que nos puede ocasionar el uso de las TICs en el trabajo.
- Desconéctate: Si estás realizando una tarea desconéctate de cualquier dispositivo electrónico que pueda distraerte y procura enfocar tu atención únicamente en lo que estás haciendo y en el objetivo que necesitas alcanzar.
- Una a la vez: antes de comenzar con una tarea nueva es necesario que hayas terminado la que estabas haciendo antes. Es mejor terminar una actividad con calidad que hacer muchas a la vez y a medias. Ya sabes que "el que mucho abarca poco aprieta".
- Concéntrate: Evita estar pendiente de todas las notificaciones que te llegan durante la jornada laboral (avisos de e-mail, de comunicaciones instantáneas, llamadas de teléfono, visitas inesperados…).
- Establece horarios para cada actividad: esto permitirá que a tu mente que haya una transición de una tarea a otra de forma suave y que se enfoque con éxito en cada nueva tarea.
- Respeta y haz que respeten tu tiempo de descanso: aléjate del correo electrónico y del teléfono, evita hablar del trabajo… todas estas cosas impedirán que estos momentos que tienes para recuperar se vean alterados.
- Establece prioridades: haz una lista de todas las tareas que tengas que realizar y clasifícalas en urgentes, menos urgentes y no urgentes y no olvides comenzar siempre por las primeras.
- Si necesitas invertir mucho tiempo en una tarea y, además, te requiere mucha atención y concentración, es preferible hacer bloques de tiempo no demasiado extensos seguidos de tiempos de descanso. De esta forma tu capacidad de atención se recupera.
- Reconoce que no eres "una máquina" y, que por lo tanto, tienes tus limitaciones. Esto es, no puedes hacerlo todo a la vez. Dale a tu cerebro y a tu cuerpo la oportunidad de relajarse.