Tendemos
a asociar el término «verdes» con la seguridad pero lo que es bueno para el
medio ambiente no tiene por qué serlo para la seguridad y la salud de los
trabajadores que desempeñan tales puestos de trabajo. En algunos casos se han
desarrollado legislación y tecnologías nuevas, concebidas para proteger el
medio ambiente, que han propiciado la exposición de los trabajadores a mayores
riesgos. La reducción de la cantidad de residuos que se envían a los
vertederos, por ejemplo, ha dado lugar a un aumento de los índices de
accidentes y enfermedades de los trabajadores cuya labor consiste en tratarlos.
Las
tecnologías o los procesos de trabajo de nueva aparición asociados a los
puestos de trabajo «verdes» pueden generar nuevos peligros que exigen disponer
de nuevos perfiles de cualificaciones para afrontarlos: no es posible trasladar
a éstos los «viejos» conocimientos en materia de SST. La instalación de un
calentador de agua solar, por ejemplo, conlleva la combinación de las
cualificaciones de un techador, un fontanero y un electricista.
La
velocidad a la que está previsto que crezca la «economía verde» podría dar
lugar a lagunas de competencias de resultas de las cuales trabajadores sin
experiencia participen en procesos para los que no hayan recibido formación, lo
que, por consiguiente, pondría en peligro su seguridad y su salud. Podría
producirse asimismo una polarización más intensa de los trabajadores en
relación con las cualificaciones, viéndose obligados aquéllos que tengan un
bajo nivel de cualificación a aceptar unas condiciones de trabajo peores. Por
último, la presión económica y política podría dar lugar a que se pasen por
alto las cuestiones de SST.
Para
que los empleos «verdes» sean verdaderamente sostenibles, tendremos que
cerciorarnos de que redunden en beneficio de la seguridad y la salud de los
trabajadores, aparte del medio ambiente. En la «economía verde», como en
cualquier otro sector, una buena SST es crucial para el incremento de la
competitividad y la productividad. En este ámbito en rápido desarrollo, hemos
de garantizar que lo que es bueno para el medio ambiente sea bueno asimismo
para los trabajadores.
La Agencia
Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) ha llevado a cabo el
estudio prospectivo “Trabajos verdes y seguridad y salud en el trabajo: previsiones sobre riesgos nuevos y emergentes asociados a las nuevas tecnologías de aquí a 2020” en el que analiza el modo en que es probable que
evolucione el trabajo en los empleos «verdes» de aquí a 2020 y qué nuevos
problemas de SST podrían plantearse.
El
estudio ha identificado una serie de posibles situaciones hipotéticas futuras,
habida cuenta del desarrollo de las tecnologías verdes, en distintas
condiciones económicas y sociales. El objetivo consiste en llamar la atención
sobre posibles riesgos de SST en este ámbito y en facilitar a los responsables
de las políticas de la UE herramientas concretas que les ayuden a dar forma a
los lugares de trabajo del futuro y a mantener la seguridad y la salud de los
trabajadores europeos.