La población laboral
que trabaja en oficinas aumenta día tras día y se encuentra con cambios
tecnológicos, ambientales y de tipo organizativo que modifican con gran rapidez
los riesgos laborales presentes en nuestros lugares de trabajo.
Los riesgos laborales más
importantes en las oficinas y despachos son:
- Posibles accidentes, ocasionados por incendios, resbalones, golpes, etc.
- Inconfort ambiental, como consecuencia de ruidos molestos, temperaturas o humedades inadecuadas, exposición a corrientes de aire, etc.
- Fatiga visual, producida principalmente por mirar a la pantalla durante largos periodos de
- tiempo.
- Trastornos musculoesqueléticos, derivados de adoptar posturas incorrectas, permanecer mucho tiempo sentado y efectuar movimientos repetitivos.
- Daños de naturaleza psicosocial, por las posibles deficiencias en la estructura de la organización, en los tiempos de trabajo, en los contenidos de las tareas, etc.
Las personas
trabajadoras, como figuras principales que somos de la prevención, debemos
conocer las medidas preventivas necesarias para minimizar este tipo de riesgos.
Con el objetivo de dar la formación e información necesaria a todas
aquellas personas trabajadoras que lleven a cabo su labor diaria en este tipo
de puestos de trabajo la Junta de Andalucía a elaborado un Manual de buenas prácticas de prevención de riesgos laborales en oficinas y despachos.
Esta guía analiza las situaciones de riesgo más
frecuentes así como las medidas preventivas que se pueden aplicar, entre las
que se puede destacar una serie de recomendaciones posturales y de ejercicios
encaminados a reducir los trastornos musculares. Para una mejor comprensión de
lo expuesto, la guía comienza por describir los aspectos más característicos y
diferenciadores de los puestos de trabajo en las oficinas.