Si
la evaluación de riesgos en el lugar de trabajo, muestra que el trabajador está
expuesto a un riesgo potencial de que sus manos o brazos resulten dañados y que
no puede ser eliminado mediante controles técnicos u organizativos, el empresario
deberá asegurar que los trabajadores lleven la adecuada protección.
Entre
los posibles daños que pueden existir se encuentran los efectos como
consecuencia de la absorción dérmica de sustancias peligrosas, quemaduras
térmicas y químicas, abrasiones, cortes, pinchazos, fracturas y amputaciones.
La
protección de las manos suele realizarse mediante guantes, mitones, guantes
parciales o cualquier elemento que cubra la mano o parte de la mano con el
propósito de proporcionar protección frente a un riesgo específico. En general,
se denominan guantes de protección.
La
Nota Técnica de Prevención nº 747 elaborada por el Institituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, nos
proporciona
unas pautas o directrices básicas para la correcta selección y uso de guantes
de protección, así como de los requisitos básicos que deben cumplir dichos
equipos de protección individual.
Una
vez seleccionado el guante a utilizar, es necesario garantizar su máxima
protección de los guantes, para lo que es preciso seguir una serie de pautas
que alargarán la vida y características de los mismos. Son precisamente
recomendaciones para que el mantenimiento de los guantes de seguridad garanticen
día a día la máxima protección posible, lo que nos ofrecen desde Mapfre.
Como
norma general, se debe comprobar antes de empezar cada trabajo cual es el
estado general de los guantes, en caso de que se encontraran rotos, tuviera
agujeros o alguna dilatación, sería necesario sustituirlos lo antes posible.
Los
guantes contra productos químicos, requieren de unos cuidados
especiales:
Es
conveniente establecer un calendario para la sustitución periódica de los
guantes de forma que se garantice que sean cambiados antes de ser permeados
por los productos químicos. La utilización de guantes que estén
contaminados puede llegar a ser más peligrosa que la falta de utilización, ya
que el contaminante se puede ir acumulando en el material componente.
Cuando
decimos que precisamos guantes frente a productos químicos debemos ser
consecuentes de que existen más de 10.000 productos y disoluciones por lo que
la pregunta deberá ser más concreta: “ necesito unos guantes para
protegerme del Ácido XX disolución al x% ”. Todos EPI’s cat. III para riesgos
mortales o peligrosos deberán tratarse según hoja informativa que acompaña,
antes de usarlos, y por supuesto seguir el cuidado posterior.
En
caso de los guantes de cuero, algodón o similares, deberán en todo momento
mantenerse limpios y secos en la zona interior y en todo momento para
proceder a una correcta limpieza del mismo, deberá limpiarse siguiendo las
instrucciones convenientes fijadas por el proveedor.
El
lugar de conservación también es muy importante, es recomendable
guardarlos en un lugar seco, lo más alejado posible a las fuentes de calor y
evitando la exposición a los rayos solares lo máximo posible.
Los
guantes siempre deberán utilizarse con las manos secas y limpias y nunca
deberán aplicarse pinturas, disolventes o adhesivos.
Para finalizar, de la misma
forma que cuidamos los guantes, también debemos tener en cuenta la piel,
ya que por sí misma garantiza una buena protección contra las agresiones. Un
buen consejo es el de mantener una adecuada higiene y nunca está de más el
untarse con crema protectora en caso necesario después de utilizar los guantes
de seguridad.