En personas que trabajan en
ambientes cálidos con una actividad física intensa (construcción, pesca,
minería, bomberos...) es fundamental una buena hidratación, ya que afecta a la seguridad del trabajador, además de a su
rendimiento y productividad. La actividad física y temperatura ambiental son
factores determinantes de la cantidad de ingesta de líquidos necesarios, aunque
existen otros como la humedad, el movimiento del aire, la carga solar y la ropa
de protección.
Por ejemplo, en el trabajo
industrial dos de los factores que
pueden afectar a la hidratación del trabajador son: la ropa de protección encapsulada
que puede elevar los índices de sudor en 2,25 L/hora y el equipamiento de
protección como las máscaras que pueden dificultar la ingesta de líquidos. Los bomberos pueden llegar a perder 2,1 L/ persona/hora debido
a las altas temperaturas y a su ropa de protección. Los mineros
están sujetos a estrés térmico en largas jornadas laborales (12 horas) y
presentan una importante pérdida de líquidos
La ingesta de líquidos durante el
ejercicio puede disminuir la sensación subjetiva de fatiga y mejorar el
rendimiento cuando el ejercicio dura más de 40 minutos. Por ello, es muy
recomendable reponer la cantidad adecuada de líquidos durante toda la jornada
con una pauta normalizada que forme parte de los protocolos laborales según el
tipo y la intensidad del trabajo.
Es importante acudir al trabajo
bien hidratado y rehidratarse cada hora durante la jornada laboral, dependiendo
de la intensidad del trabajo y la temperatura ambiental. También son
importantes los descansos que favorecen la ingesta de líquidos y el aporte de
energía. Por ejemplo, en un trabajo de intensidad física media y ambiente poco
caluroso se recomienda beber por lo menos un vaso de agua o líquido cada hora.
Las recomendaciones
para una correcta hidratación incluyen:
- Beber bastante durante las comidas y entre ellas.
- Optar por el agua y otras bebidas como zumos de fruta, refrescos, leche, café o té.
- Si preocupa el aporte calórico o el peso, beber agua y bebidas bajas en calorías, sin calorías o con cero calorías.
- Comer habitualmente fruta, verdura, sopas y otros alimentos con alto contenido de agua.
- No confiar únicamente en la sensación de sed para beber y tener una botella de agua o líquido a mano en el puesto de trabajo.
- Mantener las bebidas a temperatura moderada, ya que favorece una mayor ingesta de líquidos.
- Elegir las bebidas de acuerdo con el nivel de actividad física y estilo de vida (bebidas con sales minerales o electrolitos).
- Aumentar la ingesta de líquidos en época de calor y antes, durante y después del ejercicio físico y deporte.
- El equivalente a ocho/diez vasos de líquido al día es una buena referencia para un consumo saludable.
Fuente: La hidratación en el trabajo