Evitar
llevarse la oficina a la playa es difícil en estos tiempos en los que impera la
cultura de la perpetua conexión a través de los smartphones, las tabletas y los
ordenadores portátiles.
Las
vacaciones son importantes porque permiten desconectar para volver con las
pilas cargadas a la empresa. No en vano, el estrés laboral afecta en España a
más del 40% de los trabajadores asalariados y a cerca del 50% de los
empresarios, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y estas cifras
aumentan en los días previos al descanso estival.
Es
por esto que todos los expertos aconsejan dejarlo todo atado antes de hacer las
maletas, es importante hacer inventario de los asuntos pendientes que puedan
aplazarse y de los que no, delegando estos últimos a algún compañero.
Lo
importante es no olvidarse de los objetivos y establecer prioridades antes de
irse. Según el puesto, éstos pueden
pasar por llamar a los principales clientes para informarles de tu ausencia u
organizarte con tus colaboradores.
No
disfrutar de las vacaciones es un síntoma de que no se recomienda desengancharse lo máximo de la
tecnología vinculada al puesto; equilibrar el descanso con el ejercicio físico
y el deporte; dejar el reloj y los dispositivos en casa o en el hotel; y
recordar que el 90% de nuestros miedos se basan en cosas que a la postre no
ocurren.
Fuente: Prevencionar.com