A pesar del alto grado de
automatización todavía hay muchos procesos
industriales que requieren la intervención humana. A menudo,
estas intervenciones incluyen tareas físicamente agotadoras, causando graves
trastornos musculoesqueléticos, que a su vez inducen altos costos y pérdida de
productividad para las empresas.
Para abordar este problema, un
grupo de investigadores de siete países de la Unión Europea pusieron en
marcha el pasado 1 de septiembre el proyecto Robot-Mate
que pretende construir un exoesqueleto para realizar las tareas de mayor
peso en los procesos industriales.
El objetivo del proyecto es el de disminuir el número de accidentes
laborales que se producen en la industria pesada, al sustituir a hombres por
máquinas en aquellas tareas física que causan serios problemas musculares. De
este modo, se conseguiría reducir el número de bajas por este tipo de
dolencias, a la par que aumentar la productividad de las compañías.
La idea es construir un exoesqueleto
que sea amigable e inteligente y que coopere con los humanos a la hora de
realizar los trabajos manuales más duros. Para ello, tendrían que integrase en
los equipos de producción, y desenvolverse de forma natural, cómoda y rápida para
los empleados. Con el fin de conseguirlo, los investigadores pretender combinar
diferentes tecnologías perceptivas, cognitivas
y de programación.
