Los datos
proporcionados por el Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA) sobre
siniestralidad laboral en 2012 reflejan una importante reducción año tras año
desde 2007. A lo largo de 2012 se han producido en Aragón 11.163 accidentes con
baja en jornada de trabajo, lo que ha supuesto una disminución del 18,7% en
relación a 2011. El descenso ha sido también superior al del año anterior, lo
que pone de manifiesto una tendencia muy positiva en la existencia de
accidentes en la jornada laboral. El descenso de la siniestralidad laboral en
el último quinquenio (desde 2007) ha sido del 55,3%. La gran mayoría de los
accidentes tiene la categoría de leves, el 99%. El 0,8% son considerados graves
y un 0,2% son mortales. Tanto los accidentes leves como los mortales han
reducido su número en similar porcentaje (–17,4% los mortales y –18,9% los
leves); los graves, sin embargo, han experimentado un aumento del 8,7% (han
subido de 80 en el 2011 a 87 este año).
El índice de
incidencia de accidentes laborales de la Comunidad Autónoma es de 26,3
accidentes por 1.000 trabajadores. Debido a la peor evolución de la provincia
de Huesca este último año, el índice de incidencia que presenta es el mayor de
las tres provincias (29,3‰). Según los datos de avance del Ministerio de Empleo
y Seguridad Social, el índice aragonés se sitúa 2,2 puntos porcentuales por
debajo del español. Aragón ocupa el quinto lugar entre las Comunidades
Autónomas con menor siniestralidad.
Servicios es el único
sector económico en donde el porcentaje de accidentes está por debajo de su
peso en el empleo, aunque es el que acapara mayor número de accidentes; por el
contrario, los otros tres están por encima, especialmente el sector industrial
(29,2% de accidentes y 18,1% de población ocupada) y la construcción (13,3% de
accidentes, pero solo 6,9% del empleo, por lo que presenta el índice de
incidencia más alto).
Una descripción del
perfil de los trabajadores que sufren accidentes de trabajo se puede realizar
atendiendo a sus características personales y a las del trabajo que desempeñan.
Así, casi las tres cuartas partes (73,8%) de los trabajadores que sufren
accidentes son hombres. La mayoría de los accidentes (43,1%) se producen en los
hombres entre los 25 y 44 años. Las mujeres están muy por debajo de los hombres
en todas las edades. La mayoría de sus accidentes se producen entre los 35 y
los 54 años. El 66,2% corresponde a trabajadores con un contrato indefinido y
el 30,6% a trabajadores con contrato temporal. Sin embargo, comparando esta
proporción de accidentalidad con la existente entre asalariados con una
relación laboral indefinida o temporal, se observa que hay una mayor proporción
de accidentes de trabajo entre los trabaja dores temporales, y un menor peso
consecuentemente entre los que tienen un contrato indefinido, si bien en los
últimos años la accidentalidad se va acercando algo a su peso en el empleo. Los
datos señalan asimismo la tendencia a que los accidentes ocurran en los
trabajadores que llevan mucho tiempo en la empresa (la mitad se producen con
más de 3 años de antigüedad), seguramente por un exceso de confianza al ejercer
su trabajo, y también, en los recién incorporados, en este caso lo que prima es
la inexperiencia. Se consideran accidentes in itinere toda lesión corporal que
sufre el trabajador al desplazarse hacia el lugar de trabajo o al volver de
este. En 2012 se produjeron 1.370 accidentes in itinere en Aragón, con un
descenso del 16,2% respecto al año anterior y del 41,9% en el último quinquenio
(desde 2007). Los accidentes leves disminuyeron de 1.613 a 1.362, un 15,6%, los
graves se redujeron a la mitad (de 17 a 8) y los mortales pasaron de 4 a
ninguno.