Complementar la luz natural con la artificial, siempre que
sea posible. Las ventanas deben equiparse con cortinas, persianas,
estores… para controlar la radiación solar y los deslumbramientos.
Colocar la pantalla perpendicular a las fuentes de luz,
no colocarla ni de frente ni de espaldas a las ventanas para evitar
deslumbramientos y reflejos.
Ubicar los puestos de modo que las fuentes de luz
no generen deslumbramientos.
Procurar una iluminación homogénea, evitando variaciones
bruscas de luminancia dentro de la zona de trabajo, así como entre ésta y su
entorno inmediato.
Utilizar pantallas, mesas y teclado con acabado mate para
evitar deslumbramientos. Evitar el uso de documentos impresos sobre papel
brillante.
Los caracteres de la pantalla deberán estar bien definidos y tener
una dimensión suficiente.
Garantizar la estabilidad de la imagen de la pantalla, sin
destellos, centelleos u otras formas de inestabilidad.
Facilitar a los trabajadores el ajuste de la luminosidad y
el contraste entre los caracteres y el fondo de la pantalla.
Disponer pantallas orientables e inclinables a
voluntad del trabajador.
Fuente: Medycsa