Un número creciente de
personas trabaja en contacto con sustancias químicas potencialmente peligrosas;
ello ocurre no sólo en las industrias químicas, sino también en muchas otras
actividades: laboratorios, hospitales, peluquerías, tareas de limpieza, muchos
oficios de la construcción, jardinería, agricultura, industrias diversas y por
supuesto los propios hogares, donde abundan las sustancias químicas de todo
tipo: productos de limpieza, colas, pegamentos, pinturas, etc.
Pero trabajar con
sustancias químicas no implica forzosamente que exista riesgo de enfermar, ni
siquiera a largo plazo. Todo depende de las características de la sustancia, de
la forma en la que se utiliza y de las medidas preventivas que se adopten.
1.- Información
La primera medida
preventiva para evitar los riesgos de las sustancias químicas es la información
a los trabajadores, que la ley exige que sea proporcionada por el empresario.
El primer punto de
información es la etiqueta del producto, en la que el fabricante tiene la
obligación de hacer constar los posibles riesgos asociados al uso de la
sustancia. Es imprescindible leer cuidadosamente la etiqueta y, en caso de duda o si
en la etiqueta aparece alguno de los símbolos de peligro debe solicitarse al
empresario instrucciones detalladas acerca de cómo debe emplearse la
sustancia.
Para los usuarios
profesionales el fabricante tiene además la obligación de proporcionar a la
empresa cliente una Ficha de Datos de Seguridad, en la que constan con mayor
detalle que en la etiqueta los riesgos y las medidas preventivas a adoptar. Si
los trabajadores consideran que la información recibida no es suficiente,
pueden solicitar a su empresario la citada Ficha.
2.- Mantener el aire libre de contaminación
Para evitar que una
sustancia potencialmente tóxica pase al aire y desde ahí pueda ser inhalada, la
mejor solución es trabajar con procesos cerrados herméticamente, un método caro
y complicado pero que en algunos casos puede ser obligatorio, como ocurre con
las sustancias cancerígenas. En general, sin embargo, no es necesario recurrir
a medidas tan drásticas para lograr unas condiciones de trabajo seguras.
Una de las maneras más
efectivas de evitar que las sustancias químicas contaminen el aire del local es
emplear algún sistema de extracción localizada. La extracción localizada puede
aplicarse a la mayoría de operaciones que pueden dar lugar a contaminación.
Siempre que se emplean
sustancias químicas y sobre todo si éstas son en forma de polvo, es muy
importante mantener el local cuidadosamente limpio. Las sustancias depositadas
en el suelo o en otras superficies acaban pasando al aire arrastradas por lo
desplazamientos de las personas, vehículos o por simples corrientes de aire. Y
desde allí pueden ser inhaladas por las personas.
3.- Protección individual
En algunos casos puede
ser necesario recurrir de manera temporal a la utilización de equipos de
protección individual. Su utilización ha de ajustarse a lo dispuesto en el Real
Decreto 773/1997, que obliga a los empresarios a seleccionar adecuadamente los
equipos de protección individual de manera que se garantice su eficacia protectora
y a informar y formar sobre su uso a los trabajadores, y a estos últimos a utilizarlos
y cuidarlos correctamente.