Los trastornos
musculoesqueléticos (TME) son alteraciones de más o menos gravedad, que abarcan
desde incomodidad, molestias o dolores hasta cuadros médicos más graves que
obligan a solicitar la baja laboral e incluso a recibir tratamiento médico.
Pueden afectar a los músculos, articulaciones, tendones, ligamentos, huesos y
nervios del cuerpo, generalmente, de la espalda, cuello, hombros y extremidades
superiores; en las inferiores se suelen dar con menor frecuencia.
La mayor parte de los
TME de origen laboral se van desarrollando con el tiempo y son provocados por
el propio trabajo o por el entorno en el que éste se lleva a cabo. También
pueden ser resultado de accidentes, como por ejemplo, fracturas y
dislocaciones.
El Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo (INSHT) acaba de publicar un informe en el que analiza
los Riesgos de trastornos musculoesqueléticos en la población laboral española y en el que se llega a las siguientes conclusiones:
Los sobreesfuerzos
continúan siendo la primera causa de accidente de trabajo con baja; su
incidencia en la población trabajadora no ha dejado de crecer desde hace más de
20 años. Los mayores índices de incidencia se daban en Industrias extractivas, Suministro
de agua, Construcción, Transporte e Industria Manufacturera.
A diferencia de los
accidentes por sobreesfuerzos, las enfermedades profesionales
osteomioarticulares o angioneuróticas, han tenido un comportamiento
“particular” a lo largo de los últimos 20 años. Hasta el año 2005 experimentaron
un incremento continuo, pero a partir de ese año, que coincide con el de
implantación del sistema CEPROSS, han ido decreciendo. Es en las Industrias extractivas donde estas
patologías inciden en mayor medida, seguida de Industria manufacturera,
Construcción y Actividades administrativas, si bien, estas dos últimas con índices
bastante menores.
El 79,0% de
enfermedades no traumáticas relacionadas con el trabajo (ERT), diagnosticadas
en 2011, correspondieron a patologías del aparato locomotor y del sistema
nervioso central y periférico. La Industria
manufacturera es la que registra el mayor número de partes por estas
enfermedades y el índice de incidencia más elevado. También es elevada las
incidencias en Construcción y en Transporte.
Comparando los índices
de los tres tipos de daños considerados, Industrias extractivas es la actividad
que más destacaba por la incidencia de accidentes por sobreesfuerzos y por la
de enfermedades profesionales.
En Industria
manufacturera se dan índices elevados de enfermedades osteomioarticulares
profesionales y también, de las relacionadas con el trabajo, por las que
ocupaba el primer lugar. Así mismo, era importante la incidencia de sobreesfuerzos,
aunque hubo actividades que tuvieron índices aún mayores.
Construcción y Transporte
destacaban por la incidencia de sobreesfuerzos y de enfermedades
osteomioarticulares relacionadas con el trabajo, cuyo índice superaba al de las
enfermedades profesionales, sobre todo, en Transporte, en donde la incidencia
de estas últimas era bastante baja.