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4/7/13

Protección solar para actividades al aire libre



Las personas que trabajan al aire libre están expuestas a distintos riesgos dependiendo del tipo de trabajo que realicen, de la estación del año, de la región geográfica y del tiempo que tengan que permanecer en el exterior.  Las actividades que con mayor frecuencia se realizan en un lugar exterior son las relacionadas con la agricultura, silvicultura, pesca, minería, construcción, transporte, almacenaje, servicios públicos, etc.


Riesgos a los que los trabajadores están expuestos

  • Sarpullido: Es el problema más común en los entornos  de trabajo calurosos. Lo causa el sudor y son un conjunto de granitos enrojecidos o ampollas pequeñas.  Suele aparecer en el cuello, la parte superior del pecho,  las ingles, debajo de los senos y en los pliegues de los  codos. El mejor tratamiento es buscar un lugar de trabajo fresco y poco húmedo. El área del sarpullido debe  mantenerse seca, se puede aplicar polvo para aliviar el malestar y no se deben aplicar ungüentos ni cremas,  ya que lo puede empeorar.
  • Quemaduras: Las quemaduras solares no se notan al momento. Por lo general, los síntomas comienzan a  verse unas cuatro horas después de la exposición al  sol, empeoran entre las 24 y 36 horas y desaparecen  entre 3 y 5 días después. Los síntomas son: piel enrojecida, inflamada y sensible, ampollas en la piel, dolor de  cabeza, fiebre, náuseas y fatiga, ojos rojos y secos.
  • Daños en los ojos. Una exposición intensa o prolongada de los ojos al sol puede causar  reacciones inflamatorias de la córnea y la conjuntiva, causando un dolor intenso, lagrimeo y sensación de tener arena en los ojos, que desaparece pasados unos días. También puede producir cataratas.
  • Cáncer en la piel, que diagnosticado en las etapas más tempranas, es curable en la gran mayoría.
  • Golpe de calor. Es el efecto de la exposición a situaciones de calor intenso, que se caracteriza por una elevación incontrolada de la temperatura corporal.


Medidas preventivas


  • Formar a los trabajadores sobre los peligros de la  exposición al sol, los síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor y la manera de evitarlos.
  • Utilizar cremas protectoras solares generosamente  cada dos horas, por lo menos 20 minutos antes de exponerse al sol. La eficacia de las mismas depende de factores como el viento, la humedad, la transpiración, la aplicación adecuada de la protección y el tipo y carga de trabajo. No hay que olvidar proteger las orejas, el cuero cabelludo, los labios, la nuca, el cuello, los pies y las palmas de las manos. Las cremas protectoras deben tener un alto factor de protección solar (mínimo de 15), deben ser de fácil aplicación y resistentes a la sudoración.
  • Disponer de suficiente agua no demasiado fría en lugares estratégicos y visibles cercanos al área de trabajo y beber cantidades pequeñas de agua frecuentemente para mantener una buena hidratación. En condiciones de calor moderado, los trabajadores deben beber alrededor de un vaso cada 15 a 20 m.
  • Se deben ingerir comidas normales (sobre todo, frutas y verduras frescas) y refrigerios con suficiente sal para reemplazar la sal perdida por el sudor.
  • Reducir las demandas físicas del trabajo. Si no se puede evitar el trabajo pesado, cambiar los ciclos de trabajo/descanso para aumentar la cantidad del tiempo de descanso.
  • Fijar períodos de descanso frecuentes para tomar agua en áreas de sombra o de recuperación con aire acondicionado.
  • Usar ropa de algodón, a ser posible, de tejido cerrado y manga larga; pantalón largo; gorra o sombrero con ala ancha con un tamaño no menor a 8 o 10 centímetros, que adicionalmente pueden incorporar elementos de protección para la parte posterior del cuello; gafas de sol con protección contra los rayos UV y protección a los lados.
  • A los trabajadores que se incorporen o a los que han estado ausentes más de una semana, hay que aumentar la carga de trabajo gradualmente o permitirles tomar descansos más frecuentes durante la primera semana. La aclimatación se consigue en un período breve pero se pierde también con rapidez.
  • Hacer un seguimiento de los informes diarios sobre el tiempo, y procurar realizar las tareas de más esfuerzo en los momentos más frescos del día. Entre las 10 y las 16 horas la intensidad de la irradiación es mayor.
  • Aliviar las quemaduras con baños refrescantes o con paños humedecidos con agua fría.
  • En caso de quemaduras, evitar la exposición al sol hasta que la quemadura haya desaparecido.
  • En caso de ampollas en la piel, no romperlas, ya que aumenta el riesgo de infección y cubrir o vendar el área con una gasa para prevenir infecciones.
  • Hacer descansos en áreas con sombra.
  • Acudir al médico en caso de quemaduras graves, deshidratación, fiebre alta, dolor extremo que dure más de 48 horas y aparición de nuevos lunares, manchas o verrugas.
  • Utilizar, dependiendo de los medios con los que se cuente y las posibilidades, elementos naturales o artificiales para producir sombra.
  • Poner en marcha planes de actuación para reducir la exposición solar durante los meses de más calor (incorporación de sombras, ropa de trabajo, formación e información, etc.), complementándolo con una correcta observación de las características individuales del trabajador.